El momento ha llegado, y tras un largo recorrido por el curso es hora de decirnos adiós. Sin embargo, este adiós no es para siempre porque hemos construido juntas muchos aprendizajes que se quedarán con nosotras toda la vida. Además de crear, hemos conectado con los conocimientos del año anterior y hemos reflexionado sobre nuestras propias ideas previas. Si algo queremos destacar es que durante este curso no solo nos hemos dedicado a "aprender" música, sino que el proceso de Enseñanza-Aprendizaje ha ido mucho más allá, nos ha "sumergido" en el mundo musical y hemos desarrollado una serie de habilidades tales como la creatividad, la productividad tanto personal como grupal y la constancia, entre otras. Muchas gracias a nuestra profesora Dácil González por esforzarse y preocuparse porque la enseñanza fuese más allá de una clase magistral, por tratar de inspirarnos y llenarnos de toda su pasión por la música en cada una de las clases. Y gracias al profesor Sebastián po...
En el post de esta semana vamos a hablar de la importancia y los beneficios del baile y la expresióncorporal acompañada de la música en EducaciónInfantil. Hasta ahora hemos visto la influencia que posee la música en las niñas y niños cuando se da en edades tempranas y hemos conocido algunas formas en las que podemos trabajarla en el aula.
Una de estas formas o estrategias que se pueden llevar a cabo en el aula para acercarnos a la música es el baile. Montar una coreografíasencilla para una canción concreta nos permite trabajar las cualidades del sonido que queramos, la línea melódica, el ritmo... todo ello dependiendo de los pasos con los que decidamos montar la coreografía.
La música y el movimiento, además de divertir y ser un medio de entretenimiento y disfrute, es una forma de comunicación artística y de expresión, ya sea de emociones, sentimientos, pensamientos, estados de ánimo... Es así que la danza se convierte en un método más para que la niña y el niño pueda comunicarse, expresarse y crear a través de su propio cuerpo, conociéndolo y descubriendo nuevas capacidades de movimiento.
Sin embargo, es necesario distinguir entre bailar de forma natural o tomar una clase de danza. Los expertos aconsejan que la mejor edad para estudiar danza es a partir de los 6 o 7 años, cuando las niñas y niños ya saben leer y escribir, lo que facilita la comprensión y favorece la disciplina. Lo ideal para una edad más temprana es favorecer la expresióncorporal, de esta manera las niñas y niños pueden ir conociendo paulatinamente el espacio y trabajar el ritmo, el pulso, la intensidad... y el resto de aspectos que relacionan la música y el baile.
La expresión corporal sirve en muchas ocasiones para que las niñas y niños se atrevan a vencer a su timidez y estimulen la creatividad, el baile y la música les ofrece infinitas posibilidades para desarrollar estas habilidades. Por ello, como docentes debemos potenciar este tipo de actividades en el aula, teniendo en cuenta que es muy importante establecer un clima de aula libre, seguro, respetuoso y potenciador de la creatividad.
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